domingo, 20 de abril de 2008

Lecturas 4-7

LECTURA Nº 4: LA INFERENCIA.

UNA ESTRATEGIA DE LECTURA

Adaptado con fines instruccionales de:

Manzano, J. (2004). “La inferencia. Una estrategia de lectura”. Publicación periódica Nº 350. La escuela viva. Revista Letra Inversa. (p. 12). Valencia, Venezuela.

“Entonces dibujé el interior de la serpiente boa para que las personas mayores pudieran entender; ellas siempre necesitan explicaciones…”.

Antoine de Saint-Exupéry. El Principito.

Uno de los recuerdos más hermosos que tengo de cuando era niño se relaciona con mi curiosidad natural para indagar más allá de lo que se veía en las cosas del mundo. Recuerdo que una de mis compañeras de juego y exploradora del universo al igual que yo, tenía una pantalla a la que se le daba cuerda y proyectaba al compás de unas canción, una hermosa historia en imágenes. Sin dudarlo, nos pusimos de acuerdo y abrimos la pantalla para liberar a los hermosos personajes de aquella historia para que compartieran abiertamente con nosotros y para verlos más de cerca. Lamentablemente, el misterio se rompió al igual que el hermoso televisor de mi entrañable amiga.

Desde pequeños, miramos las cosas y tratamos de descubrir qué se esconde más allá de ellas. Descubrir lo que se encuentra detrás del umbral es un asunto complicado del pensamiento que se va desarrollando poco a poco a medida que profundizamos en nuestras experiencias de exploradores.

Mucho más allá de “saber por saber” que se esconde detrás de algún objeto o hecho del mundo, el gusto se encuentra en el reto de dar con la respuesta; en la posibilidad que tiene uno como niño o aprendiz de superar sus propias expectativas y descubrir la solución o hallar la esencia de aquello que nadie te dice o que nadie te quiere decir. El hallazgo es similar al de encontrar un tesoro enterrado.

El mundo nos da indicios y nosotros inferimos, pensamos qué sucederá o deducimos las razones que generaron un determinado efecto; por lo tanto, la inferencia es parte de nuestro pensamiento desde que comenzamos a develar lo que el mundo nos ofrece.

Se infieren intenciones, deseos, curiosidades, senti­mientos ocultos. Se infieren también contenidos y mensajes que subyacen por debajo de la tinta, escondidos en los poros del papel de las historias que leemos.

Un factor importante para promover la inferencia como estrategia de lectura en el aula, desde los primeros años de escolaridad, es la libertad de pensamiento y el respeto por la diversidad de posibilidades que se encuentran en el mundo del estudiante.

Particularmente, pienso que inferir es un derecho. Si se infiere y se llega a una conclusión, la justificación y las razones surgen a flor de piel. Además de impulsar la comprensión de la lectura, la inferencia refuerza las competencias para el desarrollo de discursos argumentativos, componente esencial en el desenvolvimiento y desarrollo del ser en un contexto de altos niveles de competitividad.

Por eso, si deseas promover la inferencia como estrategia de autoaprendizaje, debes tomar en cuenta que inferir implica afrontar una serie de riesgos; entre ellos, el desacierto. Es así que el nivel de confianza que tenga el lector acerca de su capacidad para comprender el mensaje puede resultar una limitante o una fortaleza. Todo depende de la concepción de su mediador y de la capacidad de “darse cuenta” del lector que se forma con la práctica.

Muchas veces, las respuestas de nuestros alumnos pueden parecernos inadecuadas a primera vista; pero si prestamos atención a la lógica del niño, la sabiduría que encierran dentro de sí puede reducir la nuestra a polvo en milésimas de segundo.

Después de haber ensayado con el juguete de mi mejor amiga, pude inferir que si rompía el televisor de mi casa (proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo) no obtendría en resultado que esperaba. ¿No es acaso el aprendizaje cuestión de experiencia e integración de nuevas informaciones al mundo interior de cada uno? Si eres estudiante, padre o maestro…. Piensa en eso.

LECTURA Nº 5: ANTICIPACIÓN

Material escrito con fines instruccionales por:

Hurtado, E. (2007). Anticipación. Artículo no publicado, Tinaquillo, estado Cojedes.



La anticipación es una capacidad básica de la comprensión. El éxito de una lectura depende en buena parte de todo lo que hayamos podido prever antes de leerla: de la información previa que poseemos y podemos activar, de la motivación para leer, de las expectativas que nos hemos planteado sobre el texto. (Cassany, D. 1994).

Partiendo de este concepto te invitamos a pensar en lo que haces cotidianamente antes de iniciar la lectura del artículo de una revista, del periódico o un cuento. Es posible que cuando leas el título y aprecies las fotografías puedas descubrir de qué se trata el texto y éstas permitan que te adelantes al contenido del escrito.

¿De qué tratará

el escrito?

¿Significará otra cosa?

¿Qué significará el título?

¿Qué tipo de texto será?

Seguramente lo que pensaste no era lo correcto en relación al contenido, razón por la que después te corresponde comprobar mientras vas leyendo si son ciertas o no.

Por lo tanto, anticipar es: predecir el contenido de lo que vas a leer o de lo que estas leyendo. Puedes realizarlas, a partir de las ilustraciones del texto, después de leer el título del material o después de leer el primer párrafo.

También es conveniente plantearse preguntas como por ejemplo: ¿Qué significa el título?, ¿De qué tratará el escrito?, ¿Significará otra cosa?, ¿Qué tipo de texto será?, etc. Este tipo de preguntas estimulan el pensamiento y la producción de ideas.

Observa el siguiente cuadro en el que se sintetizan las acciones iniciales del lector cuando aborda un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Como puedes observar, la anticipación es de mucha utilidad en la fase de formulación de preguntas mediadoras que orientan el proceso de lectura activa.

ACCIONES

DEL LECTOR

¿CÓMO?

¿PARA QUÉ?

Evaluación

inicial


del texto

Consiste en una

evaluación global del

texto:

·Leer los datos de identificación general del texto (Autor, fecha, editorial que lo promueve y otros datos de origen)

·Inspeccionar los auxiliares visuales del texto (dibujos, gráficos, palabras re­salta­das...)

·Realizar una prelectura

(Revisión rápida del tema)

Lectura de títulos o subtítulos.

Determinar el género del

texto por medio de hipótesis.

La visión general, sirve para centrar la atención del lector y para activar los conoci­mientos previos que éste tiene relaciona­dos con el te­ma del texto; así el lector podrá realizar transferencias y generar hipótesis de lectu­ra por medio de la antici­pación.

Preguntas mediadoras

Una evaluación inicial completa conlleva a la formulación de interrogantes.

Las preguntas no deben hacerse para ser contestadas en forma de cuestio­narios. Sencillamente, el lector realiza una lista de preguntas que internamente le servirán de guía para la lectura. El lector no debe limitar su lectura sola­mente a las res­puestas de estas pre­guntas, simple­mente las interrogantes le servirán de guía para elaborar anticipa­ciones, inferen­cias e hi­pó­tesis posterio­res de la lectura.

La formulación de interro­gantes sirve para guiar el proceso de lectura, con­lleva a la realización de hipótesis, inferencias y an­ticipaciones. El lector bus­cará durante el proceso, comprobar lo que ha pen­sado previamente o reaco­modar la información para darle significado.

Para ilustrar la estrategia de anticipación, observa la siguiente oración:

“PIENSE ANTES DE HABLAR… NO DEJES QUE TE OCURRA LO QUE A MI VECINO”

Antes de iniciar la lectura del posible texto relacionado con esta oración, el lector puede imaginar sucesos, plantearse preguntas, proponer situaciones hipotéticas producto de su creatividad. Posteriormente, cuando lea irá comprobando si sus pensamientos e ideas iniciales eran acertadas o no.

RECUERDA: Puedes hacer anticipaciones

mientras vas leyendo; esto te permitirá reflexionar

sobre las ideas expresadas en el texto

LECTURA Nº 6: GENERALIZACIÓN

Material escrito con fines instruccionales por:

Hurtado, E. (2007). Generalización. Artículo no publicado. Tinaquillo, estado Cojedes.

Entre los procesos que garantizan la comprensión de la lectura, figura la generalización como mecanismo central que permite transferir los conocimientos adquiridos a partir del encuentro con un texto y su significado a otros contextos y otras situaciones similares.

Este proceso de transferibilidad de la información concuerda directamente con la naturaleza misma del pensamiento y constituye un complejo sistema en el que intervienen estilos de aprendizaje, esquemas de conocimiento así como los conocimientos previos del aprendiz-lector.

Generalizar, además de constituir un mecanismo de supervivencia en el contexto de la vida cotidiana de los seres humanos, permite la configuración de esquemas de pensamiento útiles para comprender la utilidad de modelos, para dar sentido a ejemplos propuestos y para buscar la significación de los contenidos de alguna lectura a la realidad o al contexto inmediato de quien lee.

En conclusión, la generalización es una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura, consiste en abstraer lo que es característico de muchos elementos, permitiendo que se pueda formar un concepto único que los incluya a todos. Este ejercicio se basa en el análisis y comparación, requiere de mucha atención, para que no se deje por fuera ninguna característica esencial de cada elemento.

Es preciso estar seguro de que se ha comprobado con exactitud lo que se manifiesta. Se recomienda emplear expresiones que no totalicen, como por ejemplo: por lo general, casi siempre, muchas veces, frecuentemente, para evitar afirmaciones carentes de fundamento.

La generalización es una estrategia de pensamiento perfectamente aplicable a la lectura.

En el siguiente cuadro, se resumen las acciones iniciales del lector cuando ya ha leído activamente un texto con intención de comprender su contenido y asumir una posición crítica. Observarás que la generalización, constituye una fase final en la que emergen planteamientos e ideas como resultado del proceso de lectura activa.

ACCIONES DEL LECTOR

¿CÓMO?

¿PARA QUÉ?

Producción

Determinadas las macro estructuras esenciales del texto y su organi­zación interna, el lector procederá a organizarlas en un resumen analítico en el que sintetice todo el proceso experimentado, puede realizar co­mentarios, ampliar conceptos esen­ciales, hacer críticas y contrastar puntos de vista.

Esta fase permite la internali­zación del contenido y la com­prensión del texto. Pueden ge­neralizar los nuevos conocimien­tos y transferirlos a otros contex­tos.

Consolidación

Los repasos se deben planificar en intervalos continuos. Es conve­niente realizar una relectura del texto y una revisión del resumen es­crito, porque generalmente se ob­vian fragmentos esenciales impor­tantes y se pueden insertar perfec­tamente en la fase de repaso.

El repaso, sirve para consolidar los conocimientos sistematizados durante el proceso y para reafir­mar el proceso de revisión que en toda escritura se debe cum­plir. Este proceso da solidez a la generalización.

Para ilustrar el proceso de generalización, puede proponerse el siguiente ejemplo:

Una vez un hábil comerciante, con la intención de incrementar sus ventas, publicó un volante que decía:

“Gané al comprar en la Tienda de José. Todo me salió gratis por su promoción aniversario y, además, gracias a un sorteo que realizan al salir de la tienda, pude ganar un carro "cero kilómetro”.

Esa semana, el comerciante vendió todo cuanto tenía, quizás por la significativa capacidad de generalizar de los clientes y vecinos. Parte de rumor, parte de proceso mental. Sea lo que fuere, su estrategia fue efectiva y eficaz.

RECUERDA: Puedes hacer generalizaciones durante la lectura o al culminar el texto; esto te permitirá aplicar los nuevos conocimientos a contextos y situaciones similares

LECTURA Nº 7: PARÁFRASIS

Material escrito con fines instruccionales por:

Hurtado, E. (2007). Paráfrasis. Artículo no publica­do. Tinaquillo, estado Cojedes.

La paráfrasis consiste en una explicación o en la interpretación de un texto con palabras propias para hacerlo más comprensible. Se puede dar el caso que se utilicen algunas ideas de un autor y agregar otras personales.

Esta herramienta la podemos emplear para resumir el contenido de una exposición o cuando las ideas de un autor no están muy claras, en este caso específico se utiliza la paráfrasis para elaborar una redacción propia de acuerdo a nuestro estilo particular de escritura.

El ejercicio de esta habilidad de lectura es bastante útil para fijar los conocimientos, hacer resúmenes, escribir ensayos, pero también puede darse el caso de que se pongan en tela de juicio sus apreciaciones, y puedan interpretarse como un plagio de las ideas de un autor.

Plagiar es copiar textualmente las ideas, puntos de vista, apreciaciones, expresiones de un autor, haciéndolas pasar por propias, sin reconocer su autoría. En consecuencia, estimado estudiante, te recomendamos que al parafrasear no alteres las ideas originales del texto que leíste o de una exposición a la que asististe, pues se podrían generar errores de interpretación y esto cambiaría por completo el sentido de lo que quieres expresar

Te recomendamos organizar un plan de acción a la hora de realizar una paráfrasis, por ejemplo: Lee varias veces el texto que desees parafrasear, escribe un esquema o borrador, comprueba que las expresiones utilizadas plasmen los puntos de vista del autor; manteniendo así el sentido del contenido original del texto y por último, comienza a escribir tu paráfrasis. Un ejemplo de paráfrasis es el siguiente:

Texto original

Texto parafraseado

Aquel ósculo dejó impávida a la joven mientas que su admirador quedó estu­pefacto. La utópica empresa de aquel adolescente se había consolidado: pudo llegar a rozar el rostro de su amada.

En el texto se plantea un encuentro en el que una joven queda serena, libre de pavor, ante un beso en el rostro que le da un tímido adolescente inocentemente enamora­do. También se refleja en el escrito la acti­tud del joven ante su hazaña.

Para consolidar las ideas expresadas en los contenidos de este escrito, te ofrecemos la siguiente actividad:

Lee detenidamente el siguiente texto, tantas veces sea necesario para su cabal comprensión y, luego, parafraséalo oral y redáctalo en forma escrita. Parafrasear es expresar con tus propias palabras el contenido del texto.

Aunque parezca una fantasía, las abejas tienen su propio lenguaje. Hay numerosos animales que poseen voz para expresarse, esta facultad les sirve para manifestar sus sensaciones. En las abejas esta cualidad, permite dar una serie de informes que son muy útiles a los miembros de su colmena.

La abeja, sale a buscar néctar y descubre un tesoro; se carga de néctar y polen, regresa en línea recta a su colmena. Apenas llega las que están encargadas de la recolección la rodean, mientras ella le comunica de su gran hallazgo. El mensaje es transmitido a través de una danza en redondo sobre un panal de la colmena, significa que deben salir de inmediato a buscar la gran cantidad de alimento. Las recolectoras emocionadas se acercan a la bailarina, la frotan con sus antenas para conocer el color de las flores que deben buscar y se dirigen emocionadas a la abundante recolección que realizarán para su comunidad de abejas.

RECUERDA: Por medio de la paráfrasis,

puedes apropiarte de nuevas ideas y nuevos conocimientos para expresarlos con tus propias palabras

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